Nacido en el país de los magueyes y cactus, tequilero de buen sabor.
Alex lo ha dicho, “Le debo en gran parte a Giovanni Lampedecchia, quien me enseñó el arte de conducir un barco de Rafting en 1994. A partir de ahí encontré la pasión de mi vida que, hasta el día de hoy, la vivo plenamente”.
Siguiendo los pasos de su padre, se graduó como Ingeniero Civil, trabajó durante y después de la facultad por 5 años como todo un “Inge”, de corbata, zapatos, bolígrafos y calculadora en el bolsillo de la camisa, pero los viernes, nunca olvidaba llevar mi mochila lista con el material del río para el fin de semana.
El pensar que sólo podía conocer los ríos de México dice que era poco, así que se aventuró a trabajar en el extranjero y comenzó por USA. Después vinieron oportunidades en Argentina, Chile, Guatemala. Decidió cruzar “el charco” para explorar Europa, donde las distancias son tan cortas que en pocos años, se pudo cubrir la mayor parte de las aguas con rápidos para practicar el Rafting como España, Italia, Eslovenia, Bosnia, Herzegovina, Turquía, aventurándose un poco más hasta Sri-Lanka.
… “La mejor manera de aprender, es enseñando”. El rescate ha sido siempre un tema de mucho interés para él, desde que participó en gran cantidad de siniestros reales en un ambiente de aguas bravas. Gracias a esas experiencias tiene hoy la oportunidad de enseñar el rescate por medio de la institución internacional Rescue 3.
Entre Noruega, Portugal y México, he mantenido una etapa más “estable” de su vida realizando así su segunda pasión, la fotografía y videos de deportes, donde difícilmente, un camarógrafo puede llegar sin la ayuda de un Kayak.
Simplemente, su vida se sentiría angustiada si no escuchara el correr de un río… “Quiero ser aquel viejecito que vive en una cabaña junto al río hasta los últimos días de su vida”.